Mi embarazo fue un maravilloso viaje. Un regalo de autocuidado que me permití, desde la alimentación, el desarrollo personal, el cuidado al cuerpo… Hice clases de yoga con Katia hasta la fecha prevista de parto, y fue precioso ver cada semana cómo mi cuerpo iba cambiando, y sorprendentemente, iba siguiendo bien todos los ejercicios. Desde el amor y la escucha, nuestro cuerpo es capaz de darnos más de lo que pensamos. Con Katia empecé a sentir que mi cuerpo era un templo. Adoraba las clases, la respiración conjunta con otras mujeres, y la conexión que nos enseñaba a tener con la vida que llevábamos dentro. En varias ocasiones, me emocionaba en las classs. Era paz, bienestar, calma y adoración a lo que estabas creando dentro de ti. Los ejercicios fueron genial también para tomar consciencia, y muchos de ellos los realicé días previos al parto y durante el parto. Sentirte bien cuando estás embarazada es muy importante, y luego postparto, das gracias por haberlo hecho. Mi recuperación está siendo fantástica, y hoy, que aún no ha hecho un mes desde que di a luz, vuelvo a sus clases, ahora con una bebita en brazos. ¡Gracias, Katia!